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sábado, 31 de mayo de 2014

MAS DE NUESTRO HUERTO

Seguimos enseñándoos más vivencias de uno de nuestros espacios colaborativos más agradables: el Huerto de las Emociones.

Hoy ha venido a echarnos una mano Fernando Molina, que nos ha estado enseñando y ayudando a plantar algunas cosillas. Ahí podemos ver lo bien que se le da esto del Huerting, y es que todo el que viene a probarlo se enamora y quiere quedarse.


Hemos plantado también algunas lechugas:


Y fijaos también como van nuestras patatas:


También hemos estado realizando tareas de "limpieza", pues hace un par de semanas tocó eliminar los restos de las plantas de habas que estuvieron creciendo y fructificando durante los meses de invierno. A las cebollas y a los ajos les tocará el turno de ser recolectados también dentro de muy poco.

No quiero cerrar esta entrada sin apuntar como algo curioso el hecho de que nuestro huerto se ha convertido casi en un lugar de encuentro. Es agradable recibir la visita de los "abuelos" del pueblo, que pasan por allí a acompañarnos y se paran para ver cómo van las labores realizadas por los alumnos (en algunas ocasiones son sus propios familiares). Desde aquí me gustaría darles las gracias por sus consejos basados en la experiencia, y en sus palabras de aliento y de agradecimiento que nos dedican a los profesores por transmitir este tipo de conocimientos a la nueva generación y darles la oportunidad de aprenderlas de una forma totalmente experiencial y manipulaba, y a la vez invitarles a seguir visitándonos y aportándonos su buen saber, demostrando de este modo que la colaboración entre los trabajadores del centro educativo y las familias es una enriquecedora realidad.

sábado, 29 de marzo de 2014

HUERTING

Nuestro Huerto de las Emociones va viento en popa a toda vela, y si no os lo creéis, mirad:


Todas las plantas van tirando bastante bien, y los semilleros, como ya visteis, van también que se las pelan, así que, como vamos a necesitar más espacio, hemos decidido poner en funcionamiento ese lado, entre los árboles y los setos que habíamos dejado como pasillo (¡ya veremos luego cómo nos desplazamos por allí!), así que ahí podemos ver a nuestro Enric regando esa zona para ir reblandeciéndola un poco. Luego nos va a costar sudar para roturar con pico, zacho o como podamos esa zona, ya que no se ha removido nunca antes. 

Cuando les comenté lo de añadir esa parte, asintieron sin poner pega alguna. Estoy segura que de habérselo dicho a principios de curso se hubieran negado rotúndamente, pero supongo que el ver que sus esfuerzos están mereciendo la pena, lo que están consiguiendo con la única ayuda de sus manos y alguna pequeña herramienta, los mantiene ilusionados.



Ahora os vamos a enseñar otra cosa más:

                  ¡¡NUESTRA PRIMERA COSECHA!!

Recogimos las habas que estaban más crecidas, dejando la siguiente remesa para nuestros compañeros de 4º, que trabajan el huerto también.




Conseguimos reunir una bolsa. Lucas, que nos acompañaba ese día, fue la "Mano Inocente" que dio la suerte a Clemente, que se llevó las habas para casa.


Aquí una fotillo con los profes, que algo tendremos que ver en el "éxito" huerteril, digo yo, jjeje...


PERO, ¡¡¿CÓMO HAN CRECIDO TAN RÁPIDO?!!

¿Habéis oído alguna vez la expresión "tener pulgar verde"? ¿No? Pues hace referencia a que una persona cuidadora de unas determinadas plantas, está en sintonía con ellas; tanto, que estas crecen sanas, ya que sabe aportarles todo lo que estas necesitan para crecer bien: agua, luz, suelo adecuado y por supuesto cariño., ya que las plantas no son tontas, ¿sabéis? y por supuesto, como nos ocurre a nosotros, crecen más y mejor cuando nos tratan con respeto y amor.

Dicho esto, está claro que nuestros chicos de Botánica tienen pulgar verde, y si no, a ver qué opináis vosotros después de ver estas fotos donde nos enseñan el rápido crecimiento de los semilleros que han hecho:

Fijaos: estas fotos son de sólo 4 días después de haber puesto las semillas en los vasos (¡reutilizados, faltaría más!), aunque ellos afirman y yo los creo, que al día siguientes de haber sembrado, algunas de ellas ya empujaban la tierra con fuerza hacia arriba!.



Estas otras son de una semana después. Fijaos cómo están de grande las plantitas de pepino (las de la derecha):


Las judías, enormes también:


Y aquí, algunos de los orgullosos "padres" de las criaturas:



¡¡Ojalá sigan teniendo siempre esa fantástica armonía y sinergia con el mundo natural!!

domingo, 19 de enero de 2014

PASEN Y VEAN NUESTRO HUERTO DE LAS EMOCIONES


Una de las cosas que tuvimos clarísimas cuando proyectábamos lo que queríamos hacer en "Ecologistas emocionales" era un huerto escolar. ¿Dónde mejor se podrían materializar, resumir y concretar la filosofía del proyecto? ¿Dónde mejor que allí, íbamos a fomentar el trabajo en equipo, comprender la necesidad de las normas de convivencia, de colaboración, promover la iniciativa personal, desarrollar sentimientos de autoestima, comprender que las diferencias son algo positivo y que aquí todos valemos, todos somos útiles? ¿Qué mejor que nuestro huerto para favorecer las actitudes de ahorro, reciclaje, reutilización, reparación...? ¿Qué mejor que nuestro huerto par entender que nuestro mundo interior y el exterior están intrínsecamente conectados, que no es posible cuidar de nuestro entorno si no cuido, respeto y mejoro mi mundo interior, y viceversa? 

... Y por supuesto, ¿Hay algún espacio educativo en el centro mejor que nuestro huerto y nuestro jardín para relajarse?

¿Qué necesitábamos para montar nuestro huerto?

- Personas: las teníamos.
- Ganas de trabajar allí: también las teníamos (y las seguimos teniendo).
- Herramientas adecuadas: teníamos algunas, y con un poquito de inteligencia emocional, conseguimos que el secretario se estirara y nos dejara comprar algunas más, necesarias para empezar.
- Escoger un trozo de terreno ventilado, con suficiente luz: el terreno lo teníamos, y como teníamos ya también las herramientas, nos dispusimos a "aclarar" un poco la zona, podando el seto y  cortando algunas ramas a los árboles para conseguir la ventilación (y para que nadie se saltara un ojo, mas que nada).
- Preparar la tierra: eliminamos hierbas no procedentes, nos ayudaron a remover el terreno pasando la mula mecánica y después retiramos las piedras que nos encontramos, guardándolas por si nos sirven para algo útil más adelante. ¡¡Ah!! Todo lo que hemos podado (hojas, ramas y demás) está también amontonado, con la idea de ser transformado en compost.
- Algunos plantones de productos de temporada: algunos los trajimos de nuestros propios huertos o de casa y otros los compramos a buen precio.
- Agua para regar: lo cierto es que por ahora no ha hecho mucha falta, debido a la climatología y a las características del terreno.



¿Por qué tener un huerto escolar?

1.- Porque el hecho de que los alumnos cultiven sus propios alimentos les proporciona ilusión además de aprendizaje de contenidos curriculares.
2.- Porque favorece la alimentación sana y equilibrada, sin uso de pesticidas, plaguicidas, herbicidas y otros "-idas".
3.- Porque se potencia y se conciencia sobre la importancia del consumo de productos autóctonos y de temporada, mucho más sostenibles que cualquier otro.
4.- Porque se incorporan valores de respeto, conservación, autonomía, aprovechamiento de recursos, sostenibilidad y cuidado del medio ambiente y del entorno.
5.- Porque los alumnos trabajan y conviven en un entorno natural, interactuando con él, implicándose en su cuidado al verlo como algo en lo que ellos han colaborado a crear y desarrollar.
6.- Porque promueve su bienestar psicológico y su buena salud física, favorece su entusiasmo y motivación, permite el desarrollo de las relaciones personales, y previene de forma inespecífica el estrés y los conflictos interpersonales.

Algunas fotos de nuestro huerto: